La arquitectura sostenible ecológica supone un revulsivo lógico y natural a los modelos clásicos de construcción.
Más allá del ahorro económico que este tipo de planteamiento arquitectónico supone, de su sintonía con el medio ambiente y del bienestar que ofrece a sus usuarios, la Bioconstrucción enfatiza un criterio razonable en relación al aprovechamiento de los recursos naturales y su uso lúcido dentro de las ciudades.
La arquitectura actual tiene una enorme responsabilidad: replantear la relación de las personas con su entorno de un modo sostenible y evolutivo. Un reto que pone a prueba la eficiencia y la calidad de los materiales con los que se construyen las edificaciones a través de un desarrollo sustentable. Es decir, mantenible por sí mismo y sin ayuda del exterior, pero mejorando el diseño, la eficiencia y la calidad eco de los edificios.
Tradicionalmente, la visión de los sectores privado y público ha adolecido de una visión cortoplacista que ha tendido a provocar fuertes desencuentros con sostenibilidad.
De este modo, la Biocostrucción y la arquitectura sostenible han pasado a convertirse en una garantía para la viabilidad natural para el futuro de los ciudadanos gracias a que comprende conceptos como el cambio climático, el agotamiento de los recursos, la responsabilidad con las generaciones futuras, el bienestar y el diseño estético.
Por tanto, la construcción sostenible se ha vuelto una necesidad perentoria para los sectores públicos y privados de un tiempo a esta parte. El uso de las energías renovable y de los espacios verdes se ha vuelto, a su vez, una revolución en los planteamientos funcionales y estéticos de la arquitectura.
Los espacios que tradicionalmente se debían reservar a jardines y parques pueden ahora quedar integrados dentro de las propias construcciones, ganando espacio, cambiando los usos clásicos de la naturaleza dentro de las ciudades y aportando soluciones innovadoras de futuro que cambien la visión tradicional de la construcción y su uso sostenible.
¿En qué consiste la arquitectura sostenible y ecológica?
Se trata de un concepto basado en la Bioconstrucción. La arquitectura tradicional, que en otros tiempos quedó siempre al servicio de la funcionalidad, encuentra ahora una fórmula de desarrollo que la enmarca dentro de los aprovechamientos naturales: integrar la arquitectura en la naturaleza como elemento vertebrador de este modelo de construcción.
De este modo, el impacto ambiental y la contaminación de los edificios sobre los recursos arquitectónicos, el medio ambiente y los usuarios, se reduce de un modo tan creativo como inteligente.
Así pues, las ciudades contribuyen con sus edificios a un uso ingenioso de la naturaleza, convirtiéndose en “ciudades verdes” que, además, favorecen el ahorro energético, siendo las propias construcciones las que contribuyen a la calefacción, refrigeración, control de la polución y ahondando en la felicidad y el confort de sus habitantes.
Criterios ecológicos, biológicos, psicológicos, botánicos, geológicos, químicos, económicos y sociológicos forman un conjunto arquitectónico sostenible que, a su vez, respeta e integra la naturaleza, convirtiendo los edificios en pulmones urbanos (arquitectura ambiental) y consiguiendo un consumo de energía reducido gracias al aislamiento térmico de los materiales eco empleados.
Los fundamentos de una arquitectura ecológica
La construcción de edificaciones sostenibles se ha de basar fundamentalmente en el uso de materiales reciclables y de origen reciclado. Esto garantiza la gestión de residuos, evitando el impacto sobre el medio ambiente y garantizando su reutilización.
Es por esto que, además, las edificaciones han de estar pensadas para cumplir con un programa de eficiencia energética que incluya las energías renovables y avale, en gran medida, la autogestión de la energía del edificio a través de sistemas independientes.
Cada indicador de sostenibilidad que ha de ser tenido en cuenta a la hora de construir un edificio ha de repercutir necesariamente en la salud y la satisfacción de sus usuarios y, a su vez, conseguir autosuficiencia, actuando el propio edificio como depuradora, recicladora de agua, productora de energía o alimentos y contenedora de biodiversidad.
En este sentido, la arquitectura ecológica sostenible pone verdadero énfasis en la elección de los materiales, evitando químicos, tóxicos o cualquier otro elemento que pudiera afectar a los usuarios de las edificaciones urbanas. Una tarea centrada en arquitectos más concienciados con el medio ambiente y en ingenieros especializados en Bioconstrucción capaces de articular sistemas de tecnología verde que minimicen el impacto ambiental. Es por esto que la edificación sostenible es una de las transformaciones sociales, culturales y económicas más importantes de nuestro siglo, contando ya con la certificación de instituciones internacionales, españolas y europeas (LEED, VERDE, BREEAM o Cradle to Cradle, entre otras).
Los barnices, pinturas, colas o plásticos están compuestos por materiales sintéticos que afectan a la salud de las personas, es por esto que este tipo de edificaciones se construyen siempre con materiales libres de tóxicos y manteniendo la ventilación de los espacios cerrados interiores en niveles óptimos.
Otro aspecto importante son los efectos de la radiación electromagnética derivada de instalaciones de telecomunicación o aparatos eléctricos. Una situación que se ha disparado con el uso descontrolado de tecnología (a todas las edades) y que tiene ciertas repercusiones sobre la salud de las personas.
Es por esto que las edificaciones sostenibles contemplan sistemas de instalaciones eléctricas biocompatibles que minimizan el impacto de la emisión de campos magnéticos y eléctricos, llevándolos a niveles tolerable y reduciendo el consumo de energía del edificio toda vez que se potencia su diseño.
La bioconstrucción es ya un modelo de construcción que funciona como unos pulmones dentro del metabolismo urbano. Un sistema que busca hacer de las ciudades parte de la solución al problema lacerante del cambio climático o la falta de espacio para zonas verdes en las ciudades.