¿Qué debemos tener en cuenta en el Mantenimiento de nuestros Jardines Verticales?
El mantenimiento de los jardines verticales requiere de una gran capacidad de trabajo y especialización en el campo de los revestimientos vegetales y la Bioconstrucción. Incluso a pequeña escala, una de las cuestiones que muchos profesionales encuentran difícil de calcular son los costes de mantenimiento de un jardín vertical.
Para jardines convencionales (horizontales, por así decirlo) aproximadamente se calculan:
- En superficies inferiores a 50 m2, entre 4 y 6 euros por m2 y visita.
- En superficies entre los 50 m2 y los 200 m2, entre 2 y 5 euros por m2 y visita.
- A partir de 200 m2, entre 0,5 y 2 euros por m2 y visita.
Sin embargo, en jardines verticales tenemos que tener presentes otros importes, ya que intervienen distintos condicionantes que hace falta considerar:
- ¿Será necesario contar con sistemas de elevación? De ser así, ¿puede acceder maquinaria de elevación o sistemas que permitan montar andamios?
- ¿Serán necesarios técnicos especialistas en trabajos verticales? La formación de este tipo de profesionales es distinta a la de los diversos perfiles que se encuentran definidos en el convenio de jardinería, y por tanto, sus costes no son extrapolables. Por lo general, estos profesionales requieren un coste mayor, ya que aportan más conocimientos y han de gestionar más riesgos, con el coste del seguro que ello conlleva.
- ¿Nuestros operarios han realizado cursos de formación especializados en la gestión de jardines verticales? ¿Saben cómo gestionar correctamente el riego en un jardín vertical ¿La tecnificación del jardín vertical implica tener mayores conocimientos?
- ¿Hemos de realizar un seguimiento diario (aunque breve) de las sondas de humedad, caudalímetros…?
Seguramente, si hemos respondido a todas estas preguntas, nos encontraremos que:
- Los trabajos de mantenimiento supondrán el uso de sistemas de elevación que encarecen el coste, o bien por el hecho de tener que alquilarlos, o bien porque invertiremos tiempo durante su montaje.
- Nuestro personal estará formado y altamente cualificado, por lo que habrá que repercutir esos costes de formación en su precio por hora.
- Si hay sistemas de control domótico, ese control diario o de revisión del sistema vía web o móvil supondrá unas horas/año que dedicaremos a su revisión, que deberán contabilizarse para calcular los costes de mantenimiento del jardín vertical. En función del sistema de cultivo escogido, habrá que valorar la dedicación. Un sistema hidropónico supone unas necesidades de control mayores que uno montado sobre sustrato. Eso implica tener que estar más atento a que el sistema de riego en un jardín hidropónico no falle nunca, o bien que tengamos los mecanismos necesarios para solventar rápidamente un error en el riego. Cualquiera de las dos opciones deberán ser contempladas y contabilizadas.
- En jardines interiores, sobre todo en locales de pública concurrencia o con uso comercial, es conveniente usar productos fito-sanitarios que garanticen la salubridad del personal. Este tipo de productos, con base ECO, no son muy económicos, por lo que deberemos tenerlo en cuenta.
Aunque es posible que existan más aspectos que considerar, estos son suficientes para afirmar que no podemos equiparar los costes de mantenimiento de un jardín vertical con los de un jardín convencional, y por ello es recomendable ponerse en contacto con un equipo profesional que nos ayude a prever el presupuesto final que ofreceremos a los clientes de nuestros proyectos.
Errores en el Mantenimiento de Jardines Verticales
Incluso los profesionales de los muros vegetales y los revestimientos orgánicos pueden cometer errores en el mantenimiento de jardines verticales, ya que es uno de los campos que más dudas genera. Por ello, en Verdtical nos encontramos a menudo con numerosas consultas relacionadas con mantener un jardín vertical.
Por ser los más comunes y los que mejor resuelven y resumen estas cuestiones, hemos seleccionado estos 3 errores básicos en el mantenimiento de jardines verticales:
1. «Como veo las plantas con aspecto decaído y percibo poco vigor, aumentaré el riego y abonaré».
Un aspecto decaído no siempre es síntoma de falta de agua ni de abono. Antes de realizar cualquier acción, es importante valorar:
- El estado de sequedad del sustrato.
- Si el programador de riego está funcionando correctamente.
- El estado fito-sanitario. A veces, una enfermedad, como botritis o fusarium, puede afectar al jardín vertical, inutilizando algunos vasos de saba y evitando el paso de agua y sustancias vitales para el desarrollo de las plantas, como los solutos y fotoasimilados.
- Posibles partes rotas de la planta, como ramas, tallos u hojas.
Como profesionales debemos recordar que es preferible no abonar a no ser que sea necesario (que las plantas muestren una evidente demanda) y/o esté definido en el calendario anual de trabajos relativos al jardín vertical. De tener que hacerlo, siempre será recomendable abonar con menos dosis de la indicada.
2. «Como veo a la planta muy estirada y no para de crecer, la podaré de forma drástica».
Es preferible llevar a cabo la poda más drástica o correctiva solo una vez al año, ya que supone una resestructuración de la masa aérea de los jardines verticales. Este trabajo sirve para renovar y preparar la planta para la nueva temporada. Por ello, realizar este tipo de poda en medio de la primavera o del otoño, que son las dos fases de crecimiento de la parte aérea, puede alterar la brotadura de yemas latentes y recién creadas para la temporada siguiente, lo que supone un desgaste innecesario para la planta.
3. «Como veo algún insecto, aplicaré un insecticida total y me ahorro problemas».
Para llevar a cabo un mantenimiento profesional de un jardín vertical debemos desterrar esta solución, muy utilizada en jardinería. Con un método tan drástico es fácil que “mueran justos por pecadores”, ya que no todos los insectos y plagas que encontramos en un jardín, sea vertical u horizontal, son perjudiciales para nuestras plantas.
Es crucial informarnos de qué insecto se trata, si es efectivamente una plaga y, en la medida de lo posible, utilizar insecticidas y fungicidas de origen orgánico y de muy bajo impacto ambiental. También es posible evitar y gestionar mejor las plagas utilizando criterios de mantenimiento preventivo, como podas, gestión del riego, abonado, etc.
Teniendo claros estos tres errores, cómo evitarlos y por qué, podremos llevar a cabo un mantenimiento de nuestro proyecto de jardinería vertical de una forma eficaz. Lo más recomendable es ponerse en contacto con profesionales en Bioconstrucción cada vez que tengamos un gran proyecto de jardinería vertical entre manos, pues solo así ofreceremos un resultado óptimo y eficiente.